En el Día Internacional de la Mujer, la Municipalidad de San Fernando entregó un reconocimiento a distintas mujeres de la ciudad, destacadas por su labor y compromiso con la comunidad. Una de ellas fue Soledad Meyer, parte de nuestro equipo.
Conocimos a Soledad en el año 1993, cuando comenzamos nuestra misión en el Barrio Santa Rosa. Ella tenía entonces 12 años, y era la hermana mayor de una familia super numerosa. En 1994 participó junto a su mamá, otras vecinas y personas de nuestra Parroquia Santa Teresita, en la formación del Proyecto de Comedor Comunitario, que finalmente se implementó en enero de 1995. Desde entonces, siendo aún adolescente, fue parte fundamental en el avance de todas nuestras actividades; ocupándose de organizar los grupos de niños que asistían, enseñándoles a lavarse las manos, a respetar a sus compañeros y a los adultos.
Con el paso de los años, tuvimos el honor de continuar con su amistad y colaboración. La vimos crecer y formar su propia familia, construir su casa ladrillo a ladrillo, ayudar a sus hermanos menores, y al mismo tiempo desarrollar cada vez más su vocación social y amor por su comunidad. Estudió el oficio de "cocinera institucional" para realizar mejor su tarea, y sigue capacitándose en cada oportunidad que surge; también participa activamente como representante de nuestro Comedor en las Redes Diocesanas de Cáritas. Para el Centro San Cayetano, Soledad es un testimonio de superación e iniciativa, que ofrece su trabajo silencioso pero incansable en beneficio de los niños y niñas del barrio.
Soledad nos demuestra que se puede crecer y desarrollarse, mas allá de las dificultades que la vida presenta, cuando tenemos un sueño y la decisión de cumplirlo.
Por ello, en el Día de la Mujer, le brindamos nuestro reconocimiento.